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¿Ganas de descubrir rincones insólitos, paisajes exóticos sin salir de Francia? ¡Recorriendo un sendero, quizá te encuentres con paisajes inesperados! Sus praderas verdes, sus manzanos en flor y sus vacas tranquilas… Más allá de esta postal, te esperan muchas sorpresas en esta región. ¡Listos para una vuelta al mundo… por Normandía!

La península del Cotentin = La « pequeña Irlanda »

Port Racine © Jérôme Houyvet / Dbcom

Nos acercamos a la península del Cotentin… Con sus pequeños muros de piedra, sus costas de granito, sus inmensos campos a orillas del mar, la península del Cotentin bien merece su apodo de « Pequeña Irlanda ». Este pequeño trozo de tierra ha sabido conservar en gran parte su naturaleza salvaje e indómita. Una parada se impone en Port-Racine, uno de los más pequeños puertos de Francia, así como el faro de Goury sin olvidar los impresionantes acantilados de Jobourg (los más altos de la Europa continental) que culminan a 128 metros de altura.

Las islas Chausey: Un pequeño paraiso

Kayak hacia las islas Chausey © Thib’s Prod – Lumières Marines Prod

Nos acercamos a las islas Chausey, el barrio insular de Granville. Con 350 islotes visibles con marea baja (unas cincuenta con marea alta) y sus aguas turquesas. El archipiélago con aires de laguna. Chausey está hecha de granito, ese granito que servía para la construcción del Monte Saint-Michel. Es también el paraíso de los pescadores: ramos, langostas, prados… se desarrollan ahí. Solo la isla más grande está habitada. El archipiélago vive al ritmo de las mareas. El paisaje cambiante, las variaciones de intensidad y de transparencia de las luces hacen de estas islas un conjunto extraordinario.

La Suiza normanda

Adentrémonos en el interior de las tierras… Aunque no tenga nada que ver con los Alpes, ya que su cumbre alcanza los 300 m, la Suiza Normanda, situada « a caballo » entre las provincias del Calvados y del Orne, debe su nombre a su relieve boscoso, animado y modelado por los ríos. Sus profundos valles y las aguas vivas de las gargantas que la atraviesan han dibujado paisajes sorprendentes. Los aficionados al kayak y los pescadores de línea los convirtieron en su espacio de juego mientras que sus senderos alegran a senderistas, caballeros y practicantes de BTT. Mientras, los funambulistas del parapente se dan citan en las rocas de los Parques en Clécy.
Otro espacio emblemático merece la pena: la Roche de Oëtre. Se trata de uno de los más prestigiosos miradores naturales del oeste de Francia. Este espacio salvaje domina a más de 100 metros las gargantas de la Rouvre. La forma de las cornisas hace volar la imaginación.

Las Marismas Vernier: ¡La Camarga normanda!

Observatorio de la Grand Mare en el corazón de las Marismas Vernier © C.Guibert

Nos acercamos a la provincia del Eure, concretamente a las Marismas Vernier en el corazón del Parque Natural Regional de los meandros del río Sena. Te sorprenderá la riqueza de su fauna. ¡No te extrañe ver un buey de los Highlands escoceses paciendo en el campo! Las Marismas Vernier se extienden sobre 5 000 hectáreas donde puedes ver aves migratorias como las garzas reales, ocas, cigüeñas, martines pescadores y demás especies. No te pierdas la Ruta “des chaumières” (casas típicas normandas), ¡un paseo inolvidable!

Los acantilados de Vaches Noires: ¡El Gran Cañón normando!

Acantilados de Vaches Noires © Office de tourisme de Villers-sur-Mer

En la provincia del Calvados, este lugar, clasificado por el Ministerio de Medioambiente, debe su nombre a sus rocas cubiertas de algas oscuras que recuerdan a unas vacas. Los acantilados de Vaches Noires esconden un yacimiento paleontológico de fama internacional. Durante todo el año, la Oficina de Turismo de Villers-sur-Mer propone visitas guiadas.

¡La más americana de las ciudades francesas!

Cambiamos de decorado descubriendo Le Havre « la más americana de las ciudades francesas ». Su arquitectura de post guerra es aérea y luminosa. Esta « poesía del hormigón » es obra del arquitecto Auguste Perret a quien debemos la sorprendente iglesia Saint-Joseph. ¡Un auténtico viaje celeste! Su excepcional torre linterna octogonal de 110 metros de alto es sencillamente futurista.
En 2011, en el Festival de Cannes, Le Havre atrajo todas las miradas gracias a la película « Le Havre », realizada por el director finés Aki Kaurismaki, en la que la considera como el « Memphis francés ».