En Grandcamp-Maisy, nos fuimos al cementerio de La Cambe que reúne los cuerpos de 21.222 soldados alemanes. Cada una de las lápidas, de una extrema sencillez, lleva el nombre de dos soldados. Una visita conmovedora frente al mar. Carmen estaba muy impresionada: « ¡Hasta dónde llega el desvarío humano!».
Otra etapa imprescindible, Utah Beach y su Museo del Desembarco. Construido en el lugar exacto en el que desembarcaron las tropas estadounidenses, cuenta en 10 secuencias todo lo que sucedió aquel día. Resultó ser una visita impactante para nosotros. ¡Parecíamos entrar de lleno en acción!
Continuamos hacia Sainte-Mère-Eglise. Además de su famosa iglesia, visitamos el Museo Airborne. Creo que fue una de las visitas más emocionantes por el relato de las vivencias en primera persona de los héroes de las tropas paracaidistas americanas.
Esta ruta de cuatro días fue un libro abierto de historia, un viaje emocionante que da mucho que pensar y que, como me dijo Carmen, «debería ser un viaje obligatorio para todos los jóvenes, para que nadie se olvide…».