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Hay lugares que te sumergen en otro mundo, en otra época. Lugares en los que el tiempo parece haberse detenido. El Monte Saint-Michel es uno de ellos. Allí vivimos una experiencia inolvidable: salimos a explorar este tesoro arquitectónico en familia y dormimos en el Monte Saint-Michel con la marea alta.

La fecha estaba marcada desde hace mucho en el calendario. Dormir una noche en el Monte Saint-Michel supone algo de organización y de anticipación. Tuvimos que fijarnos en las fechas de las grandes mareas (con un coeficiente cerca de los 100) antes de reservar el alojamiento. ¡Y mejor fuera de temporada, cuando el monte es más tranquilo (¡y aún más bello!)!

El baile de las grandes mareas y el macareo

No sin cierta emoción, llegó el momento de emprender en familia el camino del Monte Saint-Michel. Ese día, el coeficiente de marea indicaba 104. Perfecto para observar el fenómeno del macareo.

Vistas de la bahía © M-A Thierry
Vistas de la bahía © M-A Thierry

Nuestros primeros pasos en el Monte Saint-Michel nos llevaron bajo el puente levadizo y a la Calle Mayor, luego en un laberinto de callejones y escaleras que las chicas bajaban a toda velocidad. Dejadas las maletas, descubrimos rinconcitos secretos, fachadas con encanto. Objetivo: subir gradualmente a la abadía hasta la terraza oeste. Ahí es donde pudimos disfrutar del espectáculo que ofrece la bahía en ese día de marea alta con una vista de casi 180 grados. A lo lejos, notábamos esta marea avanzando hacia el monte. Se trata del macareo, un fenómeno bastante sorprendente pero completamente natural. Pasaban los minutos, y la ola se acercaba. Incluso la escuchábamos. El ritmo se intensificaba, las corrientes se entrelazaban, formaban como remolinos y la marea empezaba a rodear el monte. La luz del final del día doraba la piedra prediciendo una puesta del sol extraordinaria. La marea había cumplido con su trabajo y el monte se convirtió (casi) en una isla. ¡Impresionante! Volvimos a bajar y disfrutamos del final del día al pie de la roca, al nivel de la pasarela, para sacar algunas fotos de recuerdo.

El mascareo en el monte Saint-Michel © M-A Thierry
El macareo en el monte Saint-Michel © M-A Thierry

Cuando empieza a anochecer, el Monte Saint-Michel toma otra dimensión, más secreta, más mística. Nos dimos cuenta de nuestro privilegio de disfrutar de este lugar especial junto a sus pocos habitantes (no pasan de una treintena), de noche y luego de madrugada para maravillarnos frente a un amanecer espectacular desde las murallas.

CERCA DEL ARCÁNGEL

Quien dice Monte Saint-Michel, dice abadía y dice arcángel. Joyas ricas con 1.300 años de historia que descubrimos acompañados de un guía turístico. La visita temática «En el cielo del Arcángel», así se llama, nos llevó alternativamente de las criptas de la abadía, a las terrazas del coro pasando incluso por lo más alto, al nivel de la escalera de encaje. Estuvimos entonces realmente en los techos del monte, a unos 110 metros de altura, muy cerca del Arcángel y con unas vistas impresionantes de la bahía y del pueblo más abajo. ¡Mágico! Nos acompañó François, sin duda la persona más experta en la historia del Monte Saint-Michel. “La abadía es una enciclopedia de la arquitectura medieval”, nos dijo durante la visita entre muchas anécdotas.

Una familia sobre las fortificaciones © M-A Thierry
Una familia sobre las fortificaciones © M-A Thierry

Después de un recorrido de dos horas y un último paseo por las murallas, salimos con la sensación de haber descubierto algunos de los secretos del Monte Saint-Michel. Pero lo cierto es que este lugar excepcional y la bahía que lo rodea todavía tienen aún mucho que ofrecernos. ¿Empezando, quizás, con una travesía con un guía especializado?

Datos prácticos

Para disfrutar de esta estancia durante las grandes mareas en el Monte Saint-Michel, es imprescindible reservar un alojamiento intramuros y la visita guiada « Dans le ciel de l’archange » vendida directamente por la abadía.

Fechas de las grandes mareas en 2023

Jueves 3 de agosto – plena mar a las 21h35 – coeficiente 104
Viernes 4 de agosto – plena mar a las 22h19 – coeficiente 104
Jueves 31 de agosto – plena mar a las 20h33 – coeficiente 107
Viernes 1 de septiembre – plena mar: 08h59 y 21h18 – coeficientes 110 y 112
Sábado 2 de septiembre – plena mar: 09h41 y 21h59 – coeficientes 112 y 110
Domingo 3 de septiembre – plena mar: 10h20 y 22h37 – coeficientes 107 y 101
Viernes 29 de septiembre – plena mar a las 20h12 – coeficiente 110
Sábado 30 de septiembre – plena mar: 08h35 y 20h54 – coeficientes 112 y 112
Domingo 1 de octubre – plena mar: 09h14 y 21h33 – coeficientes 111 y 108
Lunes 2 de octubre – plena mar a las 09h50 – coeficiente 104
Sábado 28 de octubre – plena mar a las 19h46 – coeficiente 103
Domingo 29 de octubre – plena mar: 07h06 y 19h28 – coeficientes 104 y 104

Visita LE CIEL DE L’ARCHANGE

Reserva de la visita guiada ‘Dans le ciel de l’archange’ (únicamente los fines de semana)

Visita guiada de 2 h – Limitada a 18 personas 

Tarifa adulto: 18 €
Tarifa niño (7 – 17 años) o reducida: 6 €
Gratuito (- 7años)

Dato importante

El Monte Saint-Michel puede estar muy concurrido durante el verano, aconsejamos visitarlo entre octubre y marzo para disfrutar del lugar plenamente. De hecho, es en invierno cuando las luces del cielo y del monte son más bellas al atardecer y al amanecer.