Degustación de Calvados Busnel - Turismo de Normandía, Francia

Actualizado el 6 octubre 2020

Tiempo de lectura: 3 min

¿Quién soy ? Me llamo Javier, tengo 65 años. Desde que estamos jubilados, Carmen, y yo, nos dedicamos a viajar. El verano pasado, hemos descubierto Normandía. Un viaje precioso que nos gusta contar.

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Visitar Normandía supone disfrutar de su gastronomía, así que durante nuestro viaje nos hemos acercado a una de las mayores destilerías de Calvados: la Destilería Busnel. En pleno corazón del País de Auge, en Cormeilles, Carmen y yo pudimos probar el famoso Calvados.

Una historia de familia

Durante esta visita, hemos podido aprenderlo todo sobre la historia del Calvados. La guía nos contó que nuestros amigos los vikingos normandos, primeros en llegar a estas tierras, adoraban la sidra. Añadió: «¿Sabían que la mezclaban con la cerveza?» Años más tarde se descubrió el aguardiente gracias a la destilación del alcohol, ¡un gran invento! Hubo que esperar hasta el siglo XIX, después de la Revolución Francesa, para que fueran legales las destilerías industriales.

La destilería Busnel

Nada más llegar a la destilería Busnel, nos sorprendió el lugar. No estamos delante de una fábrica sino de un magnífico edificio normando con paredes de entramados de madera. Carmen me dijo: « ¿Te has dado cuenta cómo huele a manzana?» ¡Qué razón tenía! Era un olor maravilloso a manzanas recién cogidas.

A continuación, nos llevan al lugar en el que comienza la larga etapa de la fabricación: la sala de destilación. Nos encontramos frente a grandes y bonitos alambiques de cobre. Durante las 18 horas que dura la destilación, el zumo de manzana se convierte en aguardiente de sidra que servirá como base para fabricar el Calvados. ¡Increíble!

Un auténtico exhibición de colores

Manzanas rojas, amarillas, verdes… Viéndolo desde lejos, ¡se trata de un auténtico arcoíris de colores! Nos explican que cada día la destilería de Busnel necesita 210 toneladas de manzanas y que la variedad es importante para dar el sabor tan peculiar del Calvados. ¡Está claro que tienen buena materia prima por estas tierras!

Seguimos descubriendo las bodegas de la destilería. En ellas el aguardiente envejece en toneles de roble al menos durante 14 meses para convertirse en Calvados. Para los aficionados, debéis saber que para probar un Calvados clasificado como «maravilloso», ¡hay que elegir una cosecha de más de 40 años de edad!

La última etapa nos llevará hasta la sala del embotellado. ¡Vimos desfilar delante de nuestros ojos nada menos que 5000 botellas por hora!

La degustación de Calvados

¡Llega el mejor momento con la degustación de Calvados en el bar de la destilería Busnel! El equipo nos inicia en los distintos Calvados y aromas. Para los novatos, es mejor probar un joven Calvados, más dulce y más fácil de beber. Los amantes del Calvados te contarán que hay que saborear una bebida con más años, con un mínimo de 20 años de edad. Además, existen numerosas recetas de cócteles a base de Calvados. Fue lo que eligió Carmen y le encantó. Una forma ideal de empezar a apreciar el sabor que al principio puede parecer un poco fuerte.