Coasteering en la península del Cotentin

¿Conoces el coasteering? Se trata de una actividad a medio camino entre el descenso de cañones a orillas del mar y la escalada. Salimos hacia la bahía de Ecalgrain, en la península del Cotentin. ¿Superaré mi miedo? 

Una actividad aún poco conocida 

Me llamo Pauline y tengo 26 años. Maxime y yo habíamos oído hablar de una actividad en plena naturaleza aún poco desarrollada en Francia: el coasteering. Desde que soy pequeña practico equitación y otros deportes. Maxime ya había hecho descenso de cañones antes. En el folleto leemos «Actividad de aventura en la costa normanda. Salta desde los acantilados, nada en condiciones más o menos difíciles, trepa entre las rocas, explora en un entorno auténtico». Aunque el vértigo me puede paralizar, las ganas superan mis miedos. ¡Estoy súper animada! 

Supervisados por un socorrista experimentado

Estamos a finales de septiembre. Hace muy buen día hoy, pero hay viento y un poco de resaca. Reinald, nuestro monitor, nos espera en un parking cerca de la bahía de Ecalgrain. Los otros participantes ya están aquí. Lo chulo es que todas las generaciones están representadas, desde Baptiste, el hijo de Guillaume, hasta Bruno, el mayor de la aventura. Nos cambiamos en el parking. Tengo mi bañador puesto. ¡A veces hay que olvidarse del pudor! Me cuesta un poco meterme en el mono. Luego, me pongo el casco y el chaleco salvavidas. Antes de irnos, Reinald nos da las consignas de seguridad: «Lo más importante es permanecer todos juntos. Para sumergirse, hay que mantenerse bien recto y cruzar los brazos colocando las manos en vuestros hombros». Tengo que reconocer que el hecho de que sea un socorrista de alta mar es muy tranquilizador. 

La pequeña Irlanda

¡Empieza la aventura! Bordeamos el mar y descubrimos una parte protegida del litoral. El ruido de las olas al romper en las rocas, el grito de las gaviotas, el movimiento de las olas sobre los guijarros, el hecho de tocar las rocas, la sal marina que no vamos a tardar en probar … Todos nuestros sentidos están despiertos. En este rincón del Cotentin, cerca de Nez de Jobourg, tengo la impresión de estar en el Connemara, que tan bien conozco. Entiendo mejor por qué llaman a la península del Cotentin la pequeña Irlanda. Un leve escalofrío recorre todo mi cuerpo.  

La unión del grupo 

Llegamos a una gran roca. El pequeño Baptiste, que ya ha practicado la actividad, es el primero en tirarse al agua. ¡A su edad no te asusta nada! Mis compañeros me animan y Reinald me tranquiliza: «Puedes saltar desde una roca más pequeña». Me mantengo bien recta, cruzo los brazos tocándome los hombros con las manos y me tiro al agua. ¡Guau! ¡Qué sensación! ¡Me encanta! El chaleco salvavidas me hace regresar a la superficie rápidamente y que flote, esa sensación es agradable. Antes de sumergirme, Reinald nos había explicado que, para remontar rápido, había que esperar el buen momento y encontrar los puntos de apoyo buenos. Me quedé bien con las recomendaciones. Espero a que el mar se retire y encuentro enseguida dónde agarrarme. 

La subida de adrenalina 

«Muy bien, ahora vamos a saltar desde un punto más alto», nos dice el monitor. Fija una cuerda en una roca. Hacemos un poco de rapel, es divertido. Estamos a unos 6 metros por encima del nivel del mar. Noto la subida de adrenalina. Saltó todo el mundo. Me toca. «Ya verás, ¡es genial!». Dejo de pensar y me tiro. Las sensaciones se duplican respecto a mi primer salto. ¡Qué fuerte! Todo el equipo me aplaude. Estoy muy orgullosa de haberlo hecho. Me siento más fuerte que antes y más conectada con la naturaleza, que nos ha servido como pista de juegos. 

La información práctica comunicada puede estar sujeta a modificaciones. 

Reinald

Socorrista de alta mar

Reinald es un apasionado de las sensaciones fuertes. Le gusta compartir con el público su pasión por la naturaleza. Su objetivo: Ir más allá de tus límites, con total seguridad y la sonrisa puesta.