Ruta deportiva por la península del Cotentin

La ruta que propone Vincent no tiene nada que ver con las rutas que suelo hacer habitualmente. Voy a descubrir esta costa del noroeste de la península del Cotentin siguiendo los caminos escarpados, fuera de los senderos habituales… Por lo que es importante estar bien equipado y, sobre todo, bien acompañado. 

¿Listo para vivir una aventura, una escapada rocosa?

Antes de salir de ruta, en la bahía de Moncaneval, Vincent se asegura que el grupo se calza con zapatos adaptados, una mochila con botellas de agua y protección contra el sol puesto que hoy, hace calor y vamos a recorrer caminos variados lo que conlleva tener el pie firme y seguro así como las manos que usaremos a menudo para conseguir el equilibrio, subir, bajar, alzarse, escalar. Paola y Erwan son los expertos del grupo de senderistas de Vincent. Me tranquilizan respecto a la dificultad de la ruta frente a las preocupaciones, y están como yo, impacientes de empezar esta ruta deportiva. 

Paisajes que recuerdan Irlanda

Empezamos esta ruta tomando el sendero GR® 223. Conocido como el « Sendero de los aduaneros » o « Sendero del litoral », bordea 446 km de costa y une la Bahía des Veys y el Monte Saint-Michel. Empezamos siguiendo el sendero para luego salir « fuera de pista », por eso es imprescindible ir con un guía. A lo largo del recorrido, descubrimos magníficos paisajes, dignos de los que se pueden ver por Irlanda. Con un relieve escarpado, encontramos el color ocre de sus acantilados, compuestos de gneis, el color malva de los brezos florecidos, el turquesa del mar límpido, el azul de del cielo… ¡qué paisaje! Son estos colores y estos paisajes los que inspiraron al famoso pintor Jean-François Millet, nativo de La Hague. 

Al ritmo de las mareas, siguiendo los pasos de los contrabandistas

Vincent nos explica que seguiremos los caminos de los contrabandistas. El contrabando de telas y de tabaco se practicó por estas costas entre finales de la Edad Media y el final del siglo XIX, gracias a la proximidad de las islas de Aurigny y Jersey. Nuestro objetivo será alcanzar a tiempo la Punta du Bec de l’âne. Vincent se informó acerca de los horarios de las mareas para programar nuestra salida puesto que algunos sitios se cubren con marea alta. No podemos  perder tiempo… Bajamos progresivamente, uno tras otro, por caminos estrechos pero accesibles para acercarnos al agua y bordear la parte baja de los acantilados por un terreno rocoso. Vincent nos aconseja no pisar las rocas mojadas y cubiertas de algas. Aprovecha también para presentar el hinojo marino, una planta comestible. Curiosos, lo probamos y apreciamos su sabor a hinojo. 

Escalar de roca en roca

Ahora, ¡cambia el terreno! Nos atacamos a las escarpadas rocas y al desnivel progresivo que nos permite alcanzar lo alto del acantilado. ¡Qué gusto ! Recupero mi alma de niño y de antigua practicante de espeleología bordeando las paredes y escalando las rocas, y a veces en vertical. Tengo que tener cuidado y concentrarme en mis apoyos. ¡Es claramente deporte! Vincent nos guía en estos tramos por los que jamás me hubiera metido sola. Me tiende la mano, me sujeta para que no pierda el equilibrio. Siempre con buen humor, un auténtico espíritu de cooperación se desprende de nuestro equipo. Una felicidad común se lee en nuestras caras. Todo el mundo está encantado de terminar por un promontorio rocoso que nos ofrece un panorama mágico, con vistas a Le Nez de Jobourg (128 metros de altura) que alberga una reserva ornitológica, la isla anglonormanda de Aurigny, la más cercana del continente, los acantilados y el mar… Vincent nos cuenta que, a veces, se pueden ver delfines. ¡Qué recompensa!

Los datos prácticos comunicados están sujetos a modificaciones.

Vincent

Guía instructor

Vincent es guía excursionista, acompañante de montaña e instructor de marcha nórdica. Organiza también viajes itinerantes, multiactividades en Francia y en el extranjero además de ejercer en paralelo su oficio de educador especializado durante estancias de desconexión en la península del Cotentin.