Escapada náutica entre amigos en Granville

Junto con tres amigos, nos fuimos de escapada al Centro Náutico de Granville para disfrutar del mar. Paseo en catamarán, carrovelismo y wingfoil, ¡Nos lo pasamos de miedo!

Sábado, 10h30: Llegamos a la estación de tren de Granville. Después de diez minutos a pie, llegamos al Centro Regional de Granville. Se trata de un lugar de referencia para las actividades náuticas en Normandía. Dejamos nuestro equipaje directamente en la última planta del centro , en el gran apartamento que hemos alquilado. ¡Las vistas sobre la bahía de Granville son impresionante!

Etapa 1: Catamarán

Nada más llegar, conocemos a Jean y Thomas, los dos monitores que nos van a acompañar durante estos dos días. El contacto es fácil y acogedor. ¡Todo listo para nuestra primera actividad, el catamarán!

Después de las explicaciones técnicas y de seguridad, nos subimos a bordo. El espacio reservado frente al centro de náutica en el que nos manejamos está protegido por una especie de muro llamado Hérel. Diez hectáreas de agua protegidos del oleaje y de los fuertes vientos. « Se trata de una zona reservada exclusivamente para el centro náutico » me explicó Jean. Lo bueno con el catamarán es que se aprende a manejarlo bastante rápido.En pocos minutos, Marion y yo ganábamos confianza y velocidad. « ¿Véis la boya más adelante? ¡Intentad alcanzarla los primeros! » nos dijo Thomas que me estaba explicando a la vez como desplegar la tercera vela, el spinnaker, instalada en la parte delantera del catamarán. Gracias a ella cogimos velocidad. Sentíamos los rociones del mar, el viento, el sol y la velocidad. Hasta se podían ver las islas Chausey a lo lejos. De hecho el centro náutico acompaña a grupos hasta las islas para pasar el día.  

Etapa 2: Carovelismo

Por la tarde, nos fuimos a Jullouville a 10 minutos de Granville. Este centro náutico, más pequeño, propone parte del año varias actividades náuticas como el carrovelismo. Nos cambiamos: dejamos el traje y nos pusimos un casco. El viento no soplaba mucho pero era suficiente para que realizáramos varias idas y vueltas entre lo alto de la playa y las orillas del agua. Pero antes de empezar tuvimos que colocar las velas en cada carro, aprender a manejar el manillar y sobre todo escuchar las consignas de Jean, especialista de la disciplina. ¡Estos carros pueden recorrer la playa a más de 40 km por hora! Ese día, no íbamos a alcanzar tal velocidad, ¡pero lo disfrutamos igualmente! Bien instalados, los pies encima de los pedales que permiten dirigir el carro y las manos sobre la cuerda que dirige la vela, me lancé. Me ayudó Marion empujando el carro. Desfilaba rápidamente por la arena y la orilla del mar se acercaba. Realicé seguro el giro alrededor de la boya y la fuerza del viento me ayudó a luchar contra la pendiente. 

Al final de la tarde, regresamos al centro de Granville. Empezaba a ponerse el sol cuando nos sirvieron nuestra cena a base de marisco. Desde la terraza, frente al mar, ¡el espectáculo es increíble! 

Etapa 3: Wingfoil

El domingo por la mañana, en forma y de buen humor, nos acogió Thomas. Después de un desayuno copioso, estábamos listos para surfear en las olas practicando wingfoil. La primera etapa, era inflar el ala (el wing) que nos iba a permitir coger el viento. Pocos minutos después escuchábamos los consejos de Thomas: ¿cómo usar el ala? ¿Cómo posicionarse en la tabla?, etc. La disciplina es basante reciente: Se trata de una mezcla de windsurf y de kite surf, pero más sencillo de manejar y con pocos riesgos. El wingfoil, es un divertido juego de velocidad y de equilibrio. Primero, cerca de la embarcación rápida pilotada por Thomas, en el Hérel, se trataba de ensayar. Luego, un poco más lejos, las manos agarradas a las empuñaduras del ala llevada por el viento. Una vez alcanzado un buen equilibrio, los pies bien colocados y el viento por la espalda, cogimos velocidad. ¡Qué sensaciones! ¡Es como si voláramos por encima de las olas cada vez más rápido! De vez en cuando nos sumergimos sin querer bajo el agua. ¡Una experiencia inolvidable!  

Los horarios y las tarifas comunicados están sujetos a modificaciones.

JEAN STERCKEMAN

Monitor en el CRNG

Apasionado de los deportes náuticos, se formó en Granville y acompaña a las actividades de vela ligera: catamarán, wingfoil, pequeños veleros, carrovelismo. Tiene el título de BPJEPS desde hace 5 años.

THOMAS TURGIS

Monitor en el CRNG

Después de numerosas prácticas en Granville cuando era pequeño, obtuvo el título de BPJEPS para supervisar las actividades de recreo en el mar, hasta 200 millas náuticas de la costa en vela ligera.