Es una de las curiosidades de Lisieux: justo en medio de la Mediateca André Malraux, la alfombra se detiene para dejar paso a... una calzada romana. Enormes bloques de piedra con abolladuras pavimentan el suelo, una irrupción del pasado en un lugar dedicado al conocimiento. Hace dos mil años, la calzada que iba de Lutecia (París) a Vieux, cerca de Caen, pasaba por aquí y llevaba, a quien lo deseaba, hasta Roma. Tras la invasión de la Galia, los romanos llevaron su dominio de las obras públicas al país conquistado.
Tarifas
Gratis para todos