Actualizado el 26 febrero 2023
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Vivir el Desembarco desde el interior. Intentar entender la estrategia de los aliados aquella noche del 6 de junio 1944. Vamos a homenajear, a nuestra manera, a los paracaidistas del Día D. Jean, un apasionado de historia, nos espera en un auténtico jeep.
Jean, un amante de la historia
Jean nos dio cita delante de la tienda del Holdy, situada en Sainte-Marie-du-Mont, en la provincia de la Manche. Aparca su jeep delante de la iglesia y deja de escucharse el ronroneo de su motor. Entendemos enseguida que se nos presentaba un auténtico personaje impregnado de historia. Su entusiasmo es contagioso. Es increíble cómo en algunas ocasiones se establece tan fácilmente el contacto con un desconocido. Hace 5 minutos que estamos ahí hablando, bajo la fina lluvia, y ya nos reímos como si fuéramos amigos. Con su gorra en la cabeza y su agradable voz, Jean nos transmite la pasión que le anima. «Soy suizo. Hace 10 años me instalé en Normandía. La Historia es una investigación. Lo que me gusta, es rascar, recoger los testimonios de los que han vivido la guerra». Antes de continuar: «Quizá os sorprenda y os haga reflexionar». «No te preocupes, Jean, ¡para esto estamos aquí también!», le contestamos juntos. Por cierto, yo soy Philippe. Mis amigos, Luc y Jean-Jacques, y yo mismo somos apasionados de la Historia. A Jacqueline, la esposa de Jean-Jacques, también le interesa. Sus padres y sus abuelos vivían cerca de la Poche de Falaise, un lugar importante de la Batalla de Normandía.


Una granja museo
Dejamos nuestro equipaje en casa de Jean. Su mujer y él ofrecen habitaciones en su casa de huéspedes. La casa fue, antaño, ocupada por los alemanes. Hoy en día, todo está tan tranquilo… La inmersión en la Segunda Guerra mundial empieza en cuanto pasamos el portal.
Jean nos enseña el antiguo granero de la granja que ha convertido en puesto avanzado de la armada alemana. «Esto, Jacqueline, es lo que llamamos un armero», explica Jean-Jacques a su mujer mientras observa los fusiles alineados en la pared. Luc está atento a todos le detalles de escenografía. Nos encontramos luego en el jardín. Al fondo, Jean reconstruyó, con la ayuda de un amigo, una trinchera. Gran trabajo, ¡es impresionante! Jean nos da unos cascos y nos adentramos en la trinchera. Ha llovido bastante hoy, la entrada es escurridiza por el barro. Los ruidos ensordecedores y las bengalas nos sumergen en el infierno de las trincheras. Nos imaginamos lo que pudieron sentir los soldados, en este entorno hostil y desconocido… es escalofriante. Por la noche nos vamos a comer los cuatro al Grand Hard, no muy lejos de ahí. El entorno es muy bonito, con viejas piedras y un magnífico arco. La acogida, el ambiente y los platos, muy finos: nos gusta todo.

Un desayuno en un ambiente de los años 40
Después de una buena noche, estamos impacientes por tomar nuestro desayuno en el café ultramarinos de los años 40. Jean y su mujer están ahí para acogernos, con una sonrisa. Desde la música de la época hasta los carteles, pasando por las cajas de metal y las batas azules colgadas en los percheros… ¡un increíble viaje en el tiempo! Alrededor de un buen café, nos sorprendemos hablando de nuestra infancia. Y rápidamente hablamos de Historia. Hay que decir que Jean es un pozo sin fondo, ¡todo lo que sabe! Tiene el don de darle vida a la historia, pero también de ver las cosas con perspectiva cuando se trata de las razones y las consecuencias económicas de las guerras. Jean-Jacques nos hace gracia con sus réplicas de cine de los años 50. Qué memoria, ¡mi Jean-Jacques! Ahora llegó el momento de salir con el jeep para rehacer el recorrido de los paracaidistas de la 101ª Airborne. Esta mañana el frío es penetrante. Menos mal que habíamos previsto ropa de abrigo. El viento se mete en el jeep, pero da igual, estoy tan contento de poder subirme a este vehículo de época, ¡con lo que me gustan los coches!


En un auténtico Willis hacia Utah Beach
La comodidad a bordo del jeep es rudimentaria. Sobre todo, para mí, ¡con mi 1,90m! Después de haber recorrido caminos de boscaje durante un viaje muy movido, a toda velocidad (¡el jeep alcanza difícilmente los 40 km/h!) en una pequeña carretera secundaria. Jean saca la mano al exterior para accionar el limpiacristales. Nos resulta divertido. Estamos siguiendo las huellas de los paracaidistas de la 101ª Airborne, tropa americana del sector de Utah Beach, una de las cinco playas del Desembarco. Jean para de vez en cuando y nos cuenta historias de civiles y de soldados americanos. Nos enseña numerosas fotos sacadas en los mismos lugares en junio de 1944, imágenes de lugares desde donde saltaron los paracaidistas. Nos detenemos en el parking de la playa de Utah Beach. Ha dejado de llover. El cielo es precioso y un arcoíris se dibuja encima del mar. Me acuerdo de mi abuelo que había estado preso no muy lejos de Utah Beach. El tiempo pasa, pero los recuerdos siguen vivos.
Datos prácticos
Batería del Holdy - Jean Ferrolliet
Route départementale D329
50480 Sainte-Marie-du-Mont
00 33 2 33 44 81 20 – 00 33 6 37 99 08 68
[email protected]
Tarifas 2023
Circuito en jeep: 100 € las 2h (entre 2 y 4 personas) / 150 € las 3h.
Existe también una visita teatralizada nocturna con figuración – destinado a un público familiar (a partir de 5 años) o un grupo de amigos.
Habitación en casa de huéspedes: Desayuno en el café ultramarinos de los años 40 (tasa turística incluida).
Se admiten animales.
Fechas 2023
Experiencia disponible todo el año, bajo petición.
Información importante
Accesible para personas con discapacidad auditiva.
¿Dónde comer?
Chez Arsène, el restaurante de Domaine Utah Beach en Sainte-Marie-du-Mont.
Visitas en los alrededores
No te pierdas la visita de los museos situados en los alrededores: Airborne museum, el museo del Desembarco de Utah Beach, D-DAY Expérience, Normandy Victory Museum.
Los datos prácticos comunicados están sujetos a modificaciones.