Estancia deportiva entre amigos en Suiza Normanda

Como aficionados a los deportes al aire libre que somos, nos prometimos quedar entre amigos para pasar un fin de semana juntos. Elegimos la Suiza Normanda, famosa por sus actividades al aire libre.

Una ruta para ponerse en marcha

Son las 10 h. Les di cita a Nathan, Clément, Céline y Matthieu en el pueblo de Le Vey, para realizar la primera actividad del día: la ruta Pain de Sucre – Rochers des Parcs. Nos espera un circuito de 9 km a través de la Suiza Normanda. Cargados con nuestras mochilas y con nuestros zapatos de senderismo, bordeamos la iglesia y seguimos un sendero que se adentra en el bosque. Al cabo de 2 km, llegamos a la cumbre del acantilado. A lo lejos: Clécy y los meandros del río Orne. ¡Qué espectáculo! Aprovechamos para sacar unas fotos. Seguimos nuestro itinerario hacia la ruta Crêtes, una base de despegue conocida de los amantes del parapente.

En las alturas de la Suiza Normanda

Unos kilómetros más tarde, nos encontramos del otro lado del valle. ¡Respiramos aire puro! Con sus valles y sus prados, la Suiza Normanda se merece su nombre. Detrás de nosotros, algunos parapentistas se están preparando para lanzarse. La ruta no está acabada. Nos dirigimos a Rochers des Parcs. Con su sendero escarpado, ¡el ascenso es deportivo! Alcanzamos la cumbre de uno de las vertientes. Más abajo vemos, el viaducto y las orillas del Río Orne. ¡La desconexión es total! 

Vía ferrata: progresión siguiendo las rocas 

Después de una comida bien merecida en una de la típicas “guinguettes” de Clécy a orillas del río Orne, tenemos cita para empezar el recorrido de la via ferrata con Paul, el gerente. Equipados con un casco, de un arnés y mosquetones, nos lanzamos a un ascenso vertical de 25 metros. Matthieu y Nathan abren la vía. ¡Me toca! Gracias a la fuerza de nuestros brazos y de nuestras piernas, subo progresivamente, animada por mis amigos. Una vez alcanzada la cornisa, mis esfuerzos se ven recompensados. Las vistas del rio Orne son simplemente espectaculares. El recorrido está repleto de sorpresas: una viga, pasarelas de madera, puentes de monos. En poco menos de una hora el recorrido está hecho. Ahora probaremos la tirolina. Antoine, encargado de la seguridad, me equipa y me da algunas consignas antes de empezar. Sin esperar, salto al vacío. En algunos segundos, el paisaje desfila delante de mis ojos y acabo abajo del valle.

Dormir en un nido

Después de este día tan intenso, nos vamos a la casa rural Lovey Nature para pasar la noche. ¡La acogida de Ludovic y Sandy es tan calurosa que tenemos la sensación de llegar a casa de unos amigos! Nos seduce el encanto de la casa de piedra blanca situada en plena naturaleza. Su interior intimista y decorada con un mobiliario normando nos impresiona. Y la guinda del pastel es un espacio de sauna y jacuzzi®. El programa es sencillo: barbacoa y sesión relajante. La jornada acaba de la mejor forma.

Descenso del río Orne en canoa

Al día siguiente, después de desayunar en la terraza, dejamos nuestro nido. Nos vamos a la base náutica Thury Plein air para realizar una ruta en canoa por el río Orne. Nos reunimos con Olivier conocido como « Ace », el monitor. Después de habernos equipado, nos dirigimos a la zona de embarque en Saint-Rémy-sur-Orne. Empieza nuestro paseo en canoa de varios kilómetros. Al ritmo del cauce los paisajes de la Suiza Normanda se desvelan. Las condiciones son óptimas. En un momento dado, pasamos por un estrechamiento situado entre dos boyas blancas frente al Puente de la mousse. Pasamos uno tras otro y después de unos golpes de remo llegamos al final del recorrido. Empieza, entonces, una divertidísima  batalla de agua. ¡Acabamos todos empapados! Por tierra, agua o aire, la Suiza Normanda reserva muchas sorpresas.

Olivier (llamado ace)

Director de Thury Plein Air

Kayakista y antiguo jugador de kayak polo de nivel internacional, Olivier comparte su pasión por los deportes en plena naturaleza y la Suiza Normanda.