Pintar como Monet en la Costa de Alabastro

¡Qué ganas tenía de descubrir la Costa de Alabastro que tanto inspiró a Monet y sus amigos! Me apetecía seguir sus pasos y pintar al aire libre. Nuestra guía fue Sophie, una artista con mucha energía desbordante de creatividad.

Cita en el taller

Antes de colocar nuestro caballete en las alturas de Fécamp, Sophie nos citó en su taller, situado en el centro y nos una cálida acogida que nos hizo sentirnos a todos muy a gusto. Sophie me deja sumergirse en su mundo. Un mundo hecho de colores y luces, siempre en movimiento. Los muros de su taller sirven de expositor. Lienzos por todas partes: pequeños formatos (bosquejos), formatos intermedios y grandes lienzos. Alrededor de un café, Sophie nos enseñó su colección de libros de arte, su « biblia » y nos contó su pasión por los pintores impresionistas y su maestro Monet. Me fijé en una paleta cubierta de pintura, una especie de magma colorido. Nos contó que no le gustaba ver la paleta blanca. Después, nos llevó descubrir cómo fabricaba ella misma los colores con pigmentos. Nos abrió también las puertas de su reserva. A continuación, salimos hacia el Cabo Fagnet para practicar. « Para mí, son las vistas más sentimentales, el techo del mundo », nos confió Sophie.

« El techo del mundo »

Llegamos al Cabo Fagnet, que fue un lugar estratégico durante la Segunda Guerra mundial. Pero esa mañana, venimos a captar la belleza de los paisajes. Durante esa mañana de otoño, la atmósfera era de una tranquilidad absoluta. Mientras que los alumnos de Sophie instalaban sus caballetes en un periquete, ¡para mí la tarea fue más complicada! Pero Sophie estaba ahí para ayudarme. La artista nos recordó las bases de la pintura. Nos enseñó el círculo cromático y evocó los colores primarios, secundarios, complementarios. Los recuerdos, lejanos, de mis clases de artes plásticas vuelven. Sophie nos invitó a fijarnos en la parte del paisaje que queríamos pintar. Con nuestros dedos, formamos un triángulo para elegir la zona que íbamos a representar en nuestro lienzo. Los acantilados de Senneville que vemos a lo lejos fueron mi modelo. 

Captar la luz, el instante y la sensación de libertad

Para mi gran sorpresa, empezamos por cubrir el lienzo blanco de color naranja. Aplicamos el naranja, color complementario del azul, omnipresente ese día. Sophie me explicó entonces cómo crear los acantilados en el lienzo. Nuestra simpática profesora nos explica tomándose el tiempo de prodigar sus consejos a cada uno, desde neófitas como yo hasta los más experimentados.

Se escuchaban nombres de colores: amarillo de cadmio, sepia, verde esmeralda, etc. Lo que mola con la pintura al óleo es que se puede volver a empezar si el resultado no nos conviene. Eso hice en varias ocasiones. Utilicé pinceles de distintos tamaños. Sophie me aconsejó que usara los dedos ¡y también hierba en vez de pinceles! Y también a separarse de vez en cuando. Sophie me recomendó hacer toques de colores al estilo impresionista. Miré el horizonte, observé los elementos conforme el paisaje aparecía en el lienzo. Sentí un intenso sentimiento de bienestar. Quizá era esto lo que buscaban los impresionistas en la costa normanda antes que el reconocimiento y la gloria. 

Los horarios y las tarifas comunicados están sujetos a modificaciones.

SOPHIE JUSTET

Pintora

La artista de Fécamp ama su ciudad. No se cansa de pintar sus acantilados y el mar, en cualquier estación. ¿Lo que más le gusta? La comunicación con sus alumnos y la libertad que proporciona el hecho de pintar al aire libre.