Blangy-le-Château es uno de esos pequeños pueblos normandos que tanto nos gustan. El pueblo está enclavado en el valle de Chaussey, dominado por colinas boscosas. La calle principal está llena de coloridas casas de entramado de madera y ladrillo.
La posada Coq Hardis es el edificio más antiguo del pueblo, ya que data del siglo XVI.
A medida que camine, se dará cuenta de que el agua es una característica clave del pueblo, con nombres de senderos como chemin des fontaines (camino de las fuentes), le vieux lavoir (viejo lavadero) y ......
Cerca del lavadero hay una bonita casita de paja. Estas casas con tejados verdes forman parte del encanto de Normandía
Un consejo: venga en primavera para ver florecer el lirio en lo alto de las casitas de paja ¿Sabía que los rizomas de estas flores regulan el grado de humedad de la cumbrera y mantienen todo en su sitio?
A principios del siglo XX, la escuela de niñas estaba en la parte alta del pueblo (el edificio de Correos) y la de niños en la parte baja, junto a la gendarmería.
La antigua gendarmería es un edificio de ladrillo (frente al ayuntamiento). La reconocerás fácilmente, ya que la inscripción sigue allí.
En noche de luna llena, te aconsejamos que no deambules por las ruinas del castillo... Podrías encontrarte con el fantasma de Claire.
El castillo fue destruido durante la Guerra de los Cien Años.
