En el valle del Sena, en las alturas de Villequier, la iglesia de Saint-Pierre de Bébec es el ejemplo perfecto de iglesia rural que se puede descubrir en un paseo dominical. Este patrimonio local, que da encanto a nuestros pueblos y encierra numerosos tesoros, ha recibido en 2021 el sello de "Patrimonio Rural" del Departamento de Sena Marítimo.
Fue durante un paseo con mi amiga Rachel cuando descubrimos la iglesia de Saint-Pierre de Bébec, señalizada con carteles desde Villequier.
El encanto del lugar nos conquistó de inmediato. Sólo el canto de los pájaros nos hacía compañía en medio de tanta vegetación, era mágico. En un panel informativo nos enteramos de que la iglesia de Saint-Pierre de Bébec es una antigua parroquia del decanato de Saint-Georges, adscrita a Villequier desde el 3 de septiembre de 1823. Comenzamos nuestra visita tranquilamente por el exterior para apreciar el marco bucólico de este lugar intemporal. Un cementerio muy pequeño linda con el cuerpo de la iglesia, y nos seducen los grandes prados sobre los que parece erguirse el edificio de piedra. Los arbustos que lo rodean son topiarios y el olor a hierba recién cortada despierta recuerdos. Rachel me invita a acercarme a ver las tumbas de las confesiones protestantes, orientadas en sentido contrario a las católicas.
Veo curiosas pintadas en el exterior de la iglesia: una horca, una escalera, ¿barcos? ¿Sin duda en agradecimiento a San Pedro, patrón de los marineros? Efectivamente, el Sena está muy cerca.
Rodeamos el chevet y salimos del cementerio para entrar en la iglesia. La tranquilidad y la espiritualidad del lugar nos transmiten al instante una insospechada sensación de bienestar. Una hermosa luz resalta el coro de arco apuntado y luego desciende sobre el altar de madera pintada. Levantamos la vista hacia el techo abovedado de la nave. Destacan las estatuas de madera policromada del siglo XVII. También descubrimos cruces griegas pintadas en las paredes y un catre de tamaño natural en la única capilla. Tantos detalles que nos interpelan, nos cuestionan y nos deleitan en su progresivo descubrimiento.
No hemos visto pasar el tiempo y tenemos que irnos. Rachel me dice que sería demasiado estúpido volver así. "¿Y por qué no visitar el Museo Victor Hugo, a orillas del Sena, en Villequier? "Excelente idea, hace años que no voy y he oído hablar de una alfombra de flores en el jardín. Parece espectacular", dice Rachel.
Clasificación & denominaciones
- Patrimoine rural de la Seine-Maritime
Tarifas
Gratis para todos
