Para proteger Normandía, Enrique Beauclerc, hijo de Guillermo el Conquistador, decidió construir fortalezas a lo largo de las fronteras del ducado. Avranches, Mortain, Domfront y Vire se convirtieron en los puntos esenciales de la defensa de la Baja Normandía contra Bretaña y Anjou.
Hacia 1120, hizo construir en Vire un torreón cuadrado, completado con un vasto recinto de mampostería. Constaba de tres niveles: bodega, residencia señorial, sala de guardia y en la parte superior un camino cubierto con maquinación.
Fue desmantelado en 1630 por orden de Richelieu. Hoy en día se conserva una de las fachadas con sus poderosos contrafuertes planos y sus tres niveles
Las ruinas del torreón feudal de Vire, situado en una roca al final de un promontorio de granito que domina el Vire, son impresionantes y dan testimonio del poder de los duques de Normandía.
