Paseo en kayak y aperitivo a orillas del Sena

Mi hermana y yo somos de Rouen y decidimos pasar un momento relajante después del trabajo. Nos apuntamos a una salida acompañada en kayak por el Sena para disfrutar de los paisajes y de un aperitivo con vistas al Sena. 

Siguiendo el cauce del Sena

Llegamos a la base náutica de Belbeuf donde está situado el club Pagaies en Seine. Hugo y su equipo nos acogieron calurosamente y nos entregaron los chalecos salvavidas y los remos. Antes de embarcar, nuestro acompañante nos explicó lo que íbamos a hacer. “Tenemos más o menos una hora. Vamos a bordear el brazo izquierdo del río Sena, que es una zona dedicada a las actividades náuticas”.

Dos kilómetros y medio nos separaban del bar-restaurante L’Estival recorriendo el Sena para disfrutar de una pausa merecida. La ida fue bastante deportiva puesto que remábamos a contracorriente. Léa y yo nos acostumbrábamos poco a poco a remar de forma coordinada. ¡Un auténtico trabajo en equipo! Aprendimos a navegar juntas, en harmonía, en nuestro kayak biplaza. A nuestro lado, el Dragon Boat y su tambor marcaban el ritmo. Esta embarcación tradicional china, con sus aires de piragua, permite disfrutar de un paseo por el Sena.

Hugo conoce todos los rincones del río y cuida del grupo que acompaña. A medio camino, nos propuso desviarnos para descubrir las islas del Sena, entre la isla Ligard y la isla Saint-Antoine. Nos sorprendió ver tantas aves. Hugo nos indicó que atravesábamos una zona NATURA 2000 cuando vimos, a lo lejos, una garza alzar el vuelo. 

Justo antes de llegar a L’Estival, vimos un monumento atípico: la capilla subterránea Saint-Adrien. Domina el Sena y tiene la particularidad de estar construida en el acantilado. ¡Impresionante!

El aperitivo en L’Estival

A lo lejos, dos banderas flotaban a orillas del Sena: “Casi hemos llegado”, nos dijo Hugo. “Vamos a desembarcar en el pontón justo delante de L’Estival”. Llegamos todos juntos a este bar-restaurante muy agradable. Nos sentamos en sillas altas de madera desde donde podíamos disfrutar de las vistas al Sena y pedimos las bebidas. Pocos minutos después, nos sirvieron unas tablas generosas para el aperitivo. Brindamos y saboreamos este instante con aires de vacaciones. Una hora más tarde, después de haber descansado y de habernos echado unas risas con el grupo del Dragon Boat, nos tocaba volver a los kayaks.

El regreso con un fabuloso atardecer

El sol comenzaba a ponerse. Cogimos nuestro material y nos dejamos deslizar hacia nuestro punto de salida. Delante de nuestros ojos, el cielo se transformaba con colores rosados y anaranjados. Los colores y los reflejos eran mágicos ofreciéndonos una nueva dimensión respecto a la de nuestra salida. En el sentido de la corriente, el regreso fue mucho mas rápido. Pasamos un agradable momento, ¡seguramente volvamos para probar el Dragon Boat!

Hugo Roussel

Responsable de las actividades náuticas en Pagaies en Seine

Hugo forma parte del equipo de Pagaies en Seine. Desde Belbeuf, te acompaña, con total seguridad por el río Sena, en kayak (o en dragon boat).