Este monumento insólito te invita a descubrir una historia y un producto. En este lugar excepcional se elabora desde hace más de un siglo el licor Benedictine, exportado a todo el mundo.
En 1863, Alejandro El Grande, negociante de vinos de Fécamp y gran coleccionista de arte, encuentra un libro de magia anterior a la Revolución francesa. Junto a otras recetas, aparece la más enigmática, la del elixir de Don Bernardo Vincelli, un benedictino veneciano del Renacimiento, que vivió un espacio de tiempo en la Abadía de Fécamp. Pacientemente, descifra la preciosa fórmula que reúne la mirra, el enebro y el azafrán con la cáscara de limón. La exposición « parcours d'essences» presenta algunas de la 27 plantas y especies que componen Benedictine: cardamomo, nuez moscada, angélica, cilantro, clavo, mirra, canela ... Las infusiones y las destilaciones de las especias se realiza en grandes alambiques de cobre. Las bodegas guardan las distintas mezclas y alcoholatos que envejecen y reposan en grandes toneles de roble centenario. Hoy en día el Palacio Benedictine presenta tres centros de interés:
- Una colección de objetos de arte religioso de los siglos XV y XVI, presentados en una sucesión de salas neo-góticas y neo-renacentistas.
- Una destilería en la que se elabora el famoso licor.
- Una galería de arte contemporáneo.
El museo se encuentra en el islote central del Grand Quai, en una antigua cámara de secado de bacalao, en pleno corazón del puerto de Fécamp. Este museo de 5000 m², que se inauguró a finales de 2017, se estructura en varios espacios: La Historia marítima, las Bellas Artes, la niñez y la etnografía regional. Te sumergirá sobre todo en la historia de los pescadores de Fécamp que partían para pescar bacalao en las aguas heladas de Terra Nova, frente a las costa de Canadá, durante largos meses.