5 playas de Normandía donde montar a caballo

Trotarás a caballo sobre los pasos del Duque de Morny quien, a finales del siglo XIX, fundó la ciudad de Deauville y su hipódromo Deauville-La Touques. Te sumergirás en el corazón de la ciudad, frente a las típicas villas anglonormandas con entramados de madera. ¡Qué paseo más elegante!

Metimos el pie en el estribo en Cabourg, en la Costa fleurie, y nos emocionó pasear en una playa tan bonita. Fue una auténtica inmersión romántica en la belle époque. Saliendo desde el elegante Grand Hotel, los niños no daban crédito,  «¿Seguro que se puede pasear a caballo por la playa? ¡A la abuela no le dejan ni pasear el perro!», decía inquieto Pablo. ¡Qué risa nos entró! Fue un paseo inolvidable frente al mar, un espacio que comparten paseantes y jinetes cuando hay marea baja.

Punto de salida de las travesías a pie de la bahía del Monte Saint-Michel, la playa de Le Bec d’Andaine es también apreciada por los aficionados del senderismo a caballo. ¡Qué maravilla! Un paseo único, en el corazón de una naturaleza protegida, que ofrece unas vistas inmejorables del Monte y su famoso arcángel.

Descubrimos que hasta lugares importantes de la Historia de Francia como las playas del Desembarco pueden ser recorridos a caballo. ¡No podíamos resistirnos a la tentación! Cuando llegamos a la larga playa de arena fina de Utah Beach, teníamos la sensación de pasearnos por un libro de historia con ilustraciones espectaculares del paisaje. También se puede hacer en Omaha Beach, pero eso quedará para otro viaje.

Rumbo a la fachada oeste de la zona de Cotentin, frente a las islas anglonormandas de Jersey y Guernesey, en los pueblos de Bréhal, Agon-Coutainville o Barneville-Carteret. La llamada Costa des Isles ofrece, detrás de sus dunas, kilómetros interminables de playa. ¡Otro terreno de juego ideal para los niños!